Has conseguido trabajo en uno de los mejores locales de ramen del mundo. Se trata de un acogedor local de tres plazas en el que más vale que la espera merezca la pena, así que hay que trabajar con rapidez y cuidado para hacer volar los cuencos.
Pero hay una trampa: Has acordado con tus compañeros que el que sirva más (y mejores) cuencos de ramen se llevará todas las propinas del día.