En La mujer singular y la ciudad, la autora, ya despojada de la presión que ha supuesto la relación con su madre en su anterior novela, Apegos feroces, nos presenta a su amigo Leonard, al que describe como “un gay inteligente e ingenioso, sofisticado en lo que respecta a su infelicidad”. El relato, cuyo telón de fondo son las calles de Nueva York, nos cuenta vivencias de su infancia y adolescencia, salpicado de anécdotas y confidencias de personajes anónimos ocurridos en el Metro o en la cola del supermercado, las cuales provocan la expresión de toda una ideología en una determinada época.
Semanalmente, durante sus encuentros con Leonard, ambos se preguntan sobre el sentido de la vida y evocan numerosas citas: “El escritor romano del siglo III Cayo comprendió que el origen de sus numerosas dificultades en el ámbito de la amistad radicaba en su incapacidad de sentirse en paz consigo mismo. Ningún hombre tiene derecho a esperar la amistad de los demás, escribió, si no es amigo de sí mismo. Este es el primer y principal deber de los hombres, ser amigos de sí mismos”.
Sus relaciones amorosas están marcadas por la herencia recibida de su madre, el amor incondicional, abnegado y lleno de silencios. Ella no concibe el sexo sin amistad y, como auténtica feminista, se rebela, dice NO a la familia y al matrimonio y permanece soltera y sola, enfrentándose a sus dudas, a sus miedos, anhelando el amor de los hombres y empleando el lenguaje como vehículo para reforzar los vínculos emocionales tan necesarios en la madurez.
En este libro Vivian Gornick nos ofrece un mapa para orientarnos en la difícil tarea de comprender la sociedad actual, a convivir con nuestros propios conflictos y con los nuevos valores, disecciona las relaciones humanas, tales como la amistad, el amor y el desamor, de una manera lúcida y brillante.
Durante la lectura del libro, numerosas reflexiones de la propia autora, así como citas de otros autores, consiguen reflejar emociones y sentimientos propios, despertando el deseo de una segunda lectura, más íntima y reposada, que nos ayudarán a comprender las nuevas estructuras sociales del recién estrenado siglo XXI.
La mujer singular y la ciudad, escrita en 2015 por Vivian Gornick, publicada por Sexto piso en Abril 2018 y traducido por Raquel Vicedo.
La autora, hija de judíos socialistas, nacida en el Bronx en 1935 en el seno de una familia obrera. Licenciada en Periodismo en 1967 por la Universidad de Nueva York, publicó numerosos artículos donde se hizo eco del segundo movimiento feminista radical acontecido en la década de los 70 en EE.UU. A lo largo de su carrera profesional escribió varios ensayos, publicó once libros y apoyó la creación de varios movimientos feministas.
En 1986 publicó Apegos feroces, primera obra autobiográfica en la que la periodista y escritora nos relata vivencias y reflexiones sobre su infancia, marcada por una dura e intensa relación con su madre. La historia llega a España con retraso, de la mano del traductor Daniel Ramos Sánchez y publicada en 2017 por Sexto piso.
